Si el lunar está en la cara, dependiendo del tamaño es algo incomodo, muchos optan por retirarlo con técnicas caseras y otras personas lo realizan a través de alguna cirugía.
¿PERO QUE SON LOS LUNARES?
Básicamente, los lunares son pequeños puntos de la piel donde se concentra una mayor cantidad de melanina, que es la molécula responsable de dar color no solo a la piel, sino también al pelo y al iris de los ojos.
La melanina es la responsable de las diferentes tonalidades que tiene la piel, y cuando se concentra de forma desigual en lugares concretos se producen los lunares. Todos los individuos tenemos lunares, incluso quienes tenemos la piel más oscura, aunque sean más difíciles de notar debido a que no contrastan tanto con nuestro tono de piel.
Los lunares comunes son de color marrón, aunque en algunos casos más extraños pueden adoptar otras tonalidades. Más allá del color del lunar, lo más relevante a la hora de analizar si se trata de un lunar benigno o no, es observar si cambia de color, forma y/o tamaño con el paso del tiempo.
Los médicos analizan la naturaleza del lunar y en base a ello evalúan la posibilidad de quitarlo. La mayoría de las veces que un médico decide extraer un lunar, se trata de una cirugía simplemente preventiva.
LA HISTORIA
Una abuelita vivió años pensando que tenia a simple vista un lunar, pero cuando descubrió que podría llegar a ser otra cosa, acudieron a una centro médico para que le informara la realidad y tomaran acción.
Mira el vídeo y saca tus propias conclusiones.