Tres pasos para conseguir un abdomen plano
Primer paso: empieza tu día con una rutina de ejercicio, buena alimentación y agua
Por ningún motivo debes saltarte el desayuno o aguantar hambre, ya que esto ralentiza el metabolismo y hace más difícil la eliminación de grasa.
Empieza el día con un vaso de agua tibia con limón.
Realiza una rutina de ejercicios cardiovasculares de media hora. Esta puede incluir correr o trotar, andar en bicicleta, saltar la cuerda o bailar, entre otros.
Lo ideal es empezar el ejercicio antes del desayuno, ya que a esta hora no has ingerido calorías y el cuerpo utilizará aquellas calorías que tiene acumuladas como combustible.
Después de los ejercicios descansa y consume un desayuno saludable rico en fibra.
Segundo paso: el último alimento que consumes al día
Es muy importante comer algo ligero como cena, por lo menos, 3 horas antes de ir a dormir. Comer antes evita que el organismo haga la digestión y esto le hace más pesadas las cosas al cuerpo.
Mientras duermes tu metabolismo no está tan activo como en el día y no es suficiente para quemar calorías. Por lo tanto, lo ideal es comer algo ligero, bajo en calorías y con tiempo de anticipación a la hora de dormir.
Tercer paso: realizar abdominales
Sin duda uno de los puntos clave para quemar grasa abdominal es la realización de ejercicios localizados como los abdominales. Si bien puedes dejarlos para después del ejercicio aeróbico, también puedes hacerlos en otros momentos del día.
La clave está en hacer varias sesiones de ejercicios abdominales en diferentes series durante el día.
Estos ejercicios te ayudan a quemar grasa abdominal, a tonificar y a conseguir ese abdomen que tanto has deseado.
Tienen importantes beneficios, ya que aumentan el metabolismo e incrementan tu consumo calórico diario.
¿Cómo hacer ejercicios abdominales básicos?
Con la espalda apoyada en una superficie dura, coloca tus manos detrás de la cabeza, flexiona las rodillas y coloca los pies bien apoyados en el piso.
Adoptando dicha posición, levántate lentamente usando tus músculos abdominales mientras presionas la parte baja de tu espalda contra el piso.
Luego baja despacio, tomando aire, y repite el proceso de 20 a 25 veces, con descansos de 90 segundos entre las series.
Trata de completar 2 o 3 más, de 20 a 25 abdominales.
Es muy importante sentir la presión sobre los abdominales y no en el cuello. Si el dolor se siente en el cuello o en la espalda quiere decir que está mal adoptada la postura. Debes sentir que estás trabajando los músculos de tu abdomen, especialmente cuando te faltan 5 abdominales de cada serie. Si no estás acostumbrada a hacer abdominales, empieza con 10 y auméntalos gradualmente hasta conseguir la cantidad recomendada. No debes excederte con los abdominales, ya que el cuerpo se cansa y no obtendrá los mismos beneficios.
¡Recuerda!
Aunque estos tres pasos son fundamentales para conseguir un abdomen plano y libre de grasa, es importante tener en cuenta que se debe complementar con una alimentación balanceada rica en frutas, verduras, cereales y agua. De hecho, para obtener mejores resultados puedes buscar batidos o infusiones que te ayuden a quemar grasa abdominal.
Como ves, conseguir unos abdominales no es un imposible y solo requiere de mucha constancia y paciencia. Ten en cuenta que los resultados no son inmediatos y que debes ser constante con tus rutinas y buenos hábitos para conseguir los resultados deseados. Lo mejor de todo es que estos tres simples pasos también te ayudarán a mejorar tu calidad de vida y a sentirte más saludable.