Llegó el tan esperado día del encuentro inevitable con mi más grande amor. No importaba el dolor, ni la angustia que sentía, me reconfortaba el saber ya que te tenía. Entre mis brazos arrullado, mimado y amado con mucha pasión, te habías adueñado no solo de mi vida, sino de mi alma y corazón. Prometo amarte siempre, cuidarte y protegerte, aunque la vida Dios me quite, desde el cielo como un ángel estaré para quererte...
La madre tiene 35 años y su hija 90, esta historia conmovió a todo el mundo!!
Llegó el tan esperado día del encuentro inevitable con mi más grande amor. No importaba el dolor, ni la angustia que sentía, me reconfortaba el saber ya que te tenía. Entre mis brazos arrullado, mimado y amado con mucha pasión, te habías adueñado no solo de mi vida, sino de mi alma y corazón. Prometo amarte siempre, cuidarte y protegerte, aunque la vida Dios me quite, desde el cielo como un ángel estaré para quererte...