Obviamente los milagros no existen, de modo que este remedio sólo será efectivo siempre que nuestros hábitos y estilo de vida cambien y sean saludables. Veamos con mayor detenimiento los beneficios de poner en práctica este método tan simple como económico:
• Nos hidrata: nuestro organismo debe estar siempre bien hidratado, así que es primordial beber mucho agua durante el día. Beber agua con limón nos ayuda a mantener equilibrada la ingesta de agua necesaria.
• Aporta vitamina C: algo muy típico de las frutas cítricas. Esta vitamina nos ayuda a mantener fuertes nuestras defensas – con lo cual enfermamos menos -, a regular el azúcar de nuestro torrente sanguíneo y a absorber el calcio. Pero además, si realizamos ejercicio de manera moderada, la vitamina C nos ayuda a quemar más cantidad de grasa corporal.
• Mejora la digestión: el ácido cítrico del limón estimula nuestro aparato digestivo, promoviendo la secreción de los ácidos gástricos. Un truco extra es tomar un poco de cáscara de limón; ésta nos ayudará a sentirnos más saciados y a comer menos.
Ahora que ya hemos leído todos los beneficios, ¿cómo la preparamos? Bien, el agua con limón debe prepararse con agua un poco caliente o a temperatura ambiente (para una mejor digestión). Para ello mezclamos en una jarra el agua con una rodaja de limón con cáscara incluida. Una vez preparada la mezcla, ya sólo queda tomarla por las mañanas.
A partir de aquí ya puedes empezar con tu nueva rutina para el adelgazamiento natural, que además del agua con limón deberá incluir una dieta saludable y una rutina moderada de ejercicio.