Todos los cuerpos son completamente diferentes, especialmente si hablamos del vientre de cada uno. Aunque todos podamos coincidir en tener cierto grado de grasa localizada en la barriga, lo cierto es que cada uno tiene un tipo de barriga distinta y requiere de diferentes maneras para lograr reducirla. Si aún no sabes distinguir cuál es tu tipo de barriga y cuál es la mejor forma para aplanarla, a continuación te revelamos los tipos de barrigas y los mejores consejos para minimizarla.
Barriga de neumáticos
Este tipo de barriga suele ser el de aquellas personas que llevan un estilo de vida sedentario. Es muy usual en las personas que tienen trabajos de oficina o que, por alguna razón, permanecen sentados por mucho tiempo.
Malos hábitos: Las personas con este tipo de barriga suelen tener poca actividad física, consumen alimentos azucarados, gran cantidad de harinas y exceso de calorías. Probablemente, además de tener más barriga, notarán un aumento de peso en sus piernas y caderas.
Consejos para reducirla
En primer lugar, reduce el consumo de alimentos refinados y azucarados como, por ejemplo, las galletas, los pasteles, el pan, la comida rápida, las patatas, las salsas y aderezos, o los refrescos, entre otros. En su lugar, debes incrementar el consumo de frutas y verduras, pescado, cereales, frutos secos y bebidas naturales.
Si consumes alcohol más te vale excluirlo de inmediato de tu dieta. El alcohol es una bomba de grasa para la barriga y su consumo excesivo también es una de las causas del aumento de esta.
Evita elegir alimentos “bajos en grasa” o “light” ya que, aunque parezcan inofensivos, lo cierto es que están llenos de productos químicos, azúcar refinada, sal y conservantes para darles sabor.
Deja de contar calorías y preocúpate más por nutrir tu cuerpo.
Recuerda que el ejercicio es clave para reducir este tipo de panza. Realiza una buena sesión de ejercicios cardiovasculares y compleméntalo con sentadillas, zancadas y abdominales.
Barriga por estrés
El abdomen del tipo estresado suele ser muy común en las personas altamente responsables y perfeccionistas. Por lo general, quienes tienen este tipo de abdomen también suelen sufrir de síndrome del colon irritable, lo cual puede causar hinchazón y hacer que la barriga se vea mucho peor.
Malos hábitos: Estas personas suelen saltarse las comidas, consumen a menudo mucha comida rápida y abusan de las bebidas con cafeína.
Consejos para reducirla
Mejora tus hábitos de sueño y evita caer en el insomnio. Las personas que duermen más interrumpen la producción de leptina, la hormona que ayuda a regular el apetito y el metabolismo.
Combate el estrés con técnicas de relajación, actividades que te generen placer y baños largos.
Evita el consumo de café y otras bebidas con cafeína.
Realizar ejercicio con frecuencia, pero no te excedas con el cardio. Haz yoga, caminatas y trabajo de resistencia con pesas.
Se aconseja consumir alimentos ricos en magnesio como lo son los vegetales verdes, las nueces y las semillas.
Barriga de embarazada
Este tipo de barriga suele ser típico en las mujeres que recién han dado a luz y que, al ser madres típicas, no les ha quedado tiempo para sí mismas. Se necesitan por lo menos seis semanas para recuperar el tamaño normal, así que no intentes excederte para lograrlo en menos tiempo.
Malos hábitos: Volver inmediatamente a hacer ejercicio, estar estresada por no recuperar el peso normal, descuidar la dieta después del parto.
Consejos para reducirla
Consumir suplementos de pescado o ácidos grasos omega 3.
Consumir alimentos ricos en ácidos grasos como, por ejemplo, las nueces, el aguacate, las aceitunas y las semillas de chía.
Hacer ejercicios de piso pélvico para aplanar tu abdomen desde adentro hacia afuera. Aprieta y suelta los músculos del piso pélvicos 15-20 veces, en cinco sesiones al día.
Barriga hinchada
Las barrigas hinchadas suelen estar planas en horas de la mañana, pero durante el día se inflaman por gases o indigestión. La distensión suele afectar tanto a mujeres delgadas como a mujeres con sobrepeso; este problema, por lo general, se debe a intolerancias alimentarias, alergias o mala digestión.
Malos hábitos: Consumir determinadas comidas a pesar de notar que causan intolerancia. No masticar bien los alimentos.
Consejos para reducirla:
Las intolerancias alimenticias más comunes están en el trigo y gluten (pan, pastas, pasteles, pizzas, tartas y cereales), el alcohol, la levadura (en magdalenas, cerveza y pasteles) y productos lácteos procesados (queso, leche, mantequilla). Es importante averiguar qué alimentos de estos puede causar la intolerancia para poder excluirlos de la dieta.
Mejora tus hábitos alimenticios para tener una mejor digestión. Si últimamente sufres de estreñimiento, es probable que estés consumiendo alimentos inadecuados. Incrementa la ingesta de alimentos ricos en fibra y bebe más agua.
La hinchazón también puede indicar un desequilibrio en la flora intestinal. Para restaurarla se recomienda consumir más alimentos prebióticos y probióticos.