Pero lo peor no es este interés malsano de los padres sin tomar en cuenta la opinión de los hijos, pues para nadie es un secreto lo difícil de mantener un matrimonio por amor a hacerlo sin que exista este sentimiento como pilar base de la formación de una familia. Lo peor de estos casos son las edades a la que obligan a casar a las niñas, a ser esposas y amas de casa.
En el mundo occidental las chicas pueden casarse sin permiso de sus padres después de los 18 años de edad y si lo desean hacer antes deben contar con el permiso de sus padres quienes deben ir al juzgado a estampar su firma como prueba de su consentimiento en esta unión.
Pero en Afganistán y algunos otros países con el mismo tipo de gobierno, religión y cultura arreglan los matrimonios como un negocio para la familia sin importarle la edad que tenga la niña y si su cuerpo está apto para poder cumplir con sus obligaciones de esposa
Esto es algo que la costumbre hace pues la mujer en este tipo de culturas es un objeto que puede ser comprado o vendido y por si fuera poco son consideradas de segunda clase y diabólicas porque seducen y obligan a los hombres a pecar.
El padre de esta familia no estaba pasando por su mejor época, su familia tenía necesidades contaba con tres hijos varones y Nada Al quien habia llegado para poder salvar a su familia. Solo faltaba que cumpliera 10 años para poder entregarla a un hombre de 42 años acaudalado y que necesitaba una esposa.
Un buen dia su padre le notifica eufórico que se casaría, pues le habían dado 2000 dólares por ella. Se realizó el matrimonio y en la luna de miel, Nada Al no pudo cumplir como esposa y fue brutalmente golpeada y abusada una y otra vez y no contento con esto llamó a un grupo de amigos para que abusaran de su esposa.
El día siguiente se comunicó con su tío Abdel Al-Sala y este le dio una dirección de un parque y allí la rescató, esta niña ahora puede volver a soñar con una vida mejor y luchar por ayudar a otras tantas que no tendrán la misma suerte que ella.