Las cicatrices son las marcas que nos quedan en la piel después de sufrir una herida, quemadura o rozadura. También podemos encontrar otras causas, como el acné y ciertos tipos de enfermedades cutáneas, como la varicela. Pero lo que todas tienen en común, independientemente de su origen, es que dejan una huella permanente en nuestro cuerpo.
Las quemaduras producen unas cicatrices muy serias ya que sus heridas son hipertróficas, es decir, que son mucho más grandes que las normales, más gruesas y con relieve. Dejando aparte estos casos más graves, lo normal es que se produzca un enrojecimiento de la zona donde se localiza la lesión, rodeada por un nódulo o dureza en los bordes. Si queremos ayudar a que nuestras cicatrices se vuelvan de un color parecido al del resto de nuestra piel hay una serie de remedios naturales muy conocidos que podemos llevar a efecto.
Remedios populares para las cicatrices
Miel de abeja y sábila
Estos dos ingredientes tienen propiedades naturales que van a ayudar a cicatrizar la piel más rápidamente. Se puede fabricar una crema mezclando un vaso de miel con medio vaso de avena seca y cinco cucharadas de pulpa de sábila. Cuando todo tiene la textura de un puré se pasa a un recipiente limpio y seco que disponga de tapa hermética.
Para realizar este tratamiento tenemos que darnos un baño o ducha durante 10 minutos para que la piel se suavice y después hacemos un masaje circular aplicando la crema en la zona afectada. Se deja actuar durante al menos un par de horas y después aclaramos con agua.
Aceite lavanda
Este método también ha probado ser muy efectivo, tenemos que echar dos o tres gotas de aceite de lavanda diluido con otras tres de manzanilla en la zona herida justo después de haber sufrido una lesión, así evitaremos que se formen cicatrices excesivamente grandes.