Las mujeres de valor no le tememos al “qué dirán” y nos enfrentamos con valentía a la cobardía de las personas que no construyen una vida propia, puesto que se interesan más por derrumbar la de los demás, Las mujeres de valor miramos fijamente a los ojos y no dejamos que ningún juicio nos apabulle, porque reconocemos que aunque hemos errado también tenemos la grandeza de enmendar nuestras equivocaciones. Las mujeres de valor sabemos perdonar con el alma, porque el pasado no puede truncar nuestros próximos pasos y nuestras esperanzas.
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